Tras hacer esta “breve” introducción paso a hacer una crónica de la carrera.
El pasado sábado 26 de mayo se dieron las condiciones perfectas para la práctica de nuestro deporte. Nos juntamos hacia las 16h, unos más temprano que otros, un nutrido grupo de triatletas en las aguas del puerto de Bermeo. Después de las fotos de equipo obligadas en tan singular cita nos zambullimos entre risas y bromas. El puerto nos ofrece un entorno controlado que hizo que la natación transcurriera sin grandes sobresaltos. Hacemos “pacto de no agresión” entre los euskomanes y nos citamos en boxes para hacer la bici y carrera a pie juntos.
Hago la natación tranquilo escoltado por Aitor Ortúzar y Javi Lozano y permitiéndome el lujo de nadar de espaldas en un par de ocasiones para controlar cómo venía el grupo por detrás. Poco a poco nos juntamos todos en boxes aunque alguno se haga de rogar.
Iniciamos la bici en pelotón arropados por el calor del público que se dio cita el puerto. Por cierto, agradecemos a todos los ánimos que recibimos porque los sentimos muy especialmente. Debido al cambio de circuito por el corte de la carretera Bermeo-Bakio nos dirigimos rumbo a Gernika (ida y vuelta). Llegados a Mundaka empezamos a adelantar gente y algún pequeño grupo. Después de organizarnos para coger un ritmo que no rompa el equipo, nuestro trabajo nos costó, adelantamos a varios grupos y formamos un pequeño autobús que con dirección a Bermeo hizo de la bici un segmento divertido. Hacer la bici entre amigos fue una experiencia novedosa que nos dejó un agradable sabor de boca.
Entrados en Bermeo recibimos una ovación que nos pone los pelos de punta. Hacemos la transición y salimos a correr con la sorpresa de sustituir las típicas gorras por una de policía de los “Vallage people” y sombreros de gangster. Ahí no acaba la sorpresa cuando me ponen unas esposas con las que tuve que correr los 5 km. de la carrera a pie.
Fue muy divertido encontrarme corriendo de esa guisa escoltado por mis amigos.
Al final entro en meta con pasillo incluido y un gusto sensacional de lo que fue la carrera perfecta.
Me gustaría hacer especial mención a la organización que, en un entorno incomparable, hizo una carrera para apuntar en el calendario.
Posteriormente hicimos una reunión gastronómica en Bilbao, junto al Museo de Bellas Artes, tras la que pasamos a hacer unas horas de aeróbico ligereo en la noche botxera y hasta ahí puedo contar.